sábado, 29 de enero de 2011

Sábado

Un sábado como cualquier otro, plácido.
Llevaba toda la semana añorando sentirme libre.
Cada vez me sentía mas presa de todo.
De los días de la semana,
de los requerimientos y consejos familiares,
de la pareja y sus problemas.
De todo.
Cada vez me añoraba mas, a mi,
a mi misma con esa sensación de paz, de libertad.
Sin echar de menos, sin echar de mas,
sin aburrimiento, sin abatimiento.
Me veía otra vez enredada en otro de esos momentos sin paz.
Necesitaba un respiro de todo y lo necesitaba ya.
El sábado se acabó.
El lunes vendrá y yo aún no estoy preparada para toda la semana.
El domingo es mi esperanza para recuperar, para encontrarme,
para sentirme en paz y renacer.
Quisiera hacer como un águila, mudar las plumas y el pico
y salir a volar como nueva.
Voy a hacerlo, voy a conseguirlo, puedo y podré.
Me liberaré.
La sensación de ser libre es por dentro y pondré todo de mi parte para sentirme así.
Sábado, te fuiste y hasta el próximo sábado me sentiré libre porque volaré.
Y el domingo respiraré aire para toda la semana.

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