viernes, 11 de febrero de 2011

Recordarse

Un día cualquiera. ¿Será que puedes elegir? Si te observas a ti mismo, te ves.
Puedes verte activo, puedes verte feliz, puedes verte aburrido. Puedes sentirte... Tal como lo piensas.
¿Pero depende de ti el pensar?
Y si dependerá de ti; ¿Como quieres verte?
Quizás quieras verte feliz, en paz, en calma y a gusto. Pero algunas veces una sensación de nerviosismo, de querer hacer y no saber bien que y una especie de cansancio denominada aburrimiento parece solapar tus buenas intenciones.
Entonces me observo, decido sentirme en paz y gozo y me digo, el aburrimiento es un pensamiento que se convierte en sensación. Entonces descanso de mi mismo y me gozo en esa paz y felicidad elegida.
¿De que depende? Quizás de observarse, recordarse y dirigirse a uno mismo por el camino de la voluntad. Aunque por momentos nos olvidemos de eso.
Hay momentos en los que uno se duerme, ya sea durante el día o la noche. Cuando nos damos cuenta que nos hemos dormido la mejor manera de despertar es coger aire, sentir paz y saber que todo estará bien, es la mejor opción, por tanto, la mas inteligente. Y seguir observándose a uno mismo. El estado de conciencia en el cual te encuentras momento a momento.

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